Anécdotas de una viajera

Viajar sin duda es una bendición, como leí una vez, es la segunda cosa por la que pagas para enriquecerte, la primera son los estudios. Hoy mirando fotos, recordaba lo afortunada y bendecida que he sido al poder conocer tantos lugares, aunque como diría Alex Lora..."Y los que me faltan".

No sé si puedo considerarme una "viajera frecuente", pero al menos una vez al año debo ir a algún lugar, trato de no repetir, pero circunstancias como la de este año no se pueden predecir. Si debo reconocer que me falta más turismo interno, Tumbes, Trujillo, Ica y Cusco es lo único que conozco de mi país, pero muero por conocer la Selva, además que me encanta su comida...debería usar menos mi pasaporte y más mi DNI ;)

Pero para un viajero, no todo es color de rosa y aunque nunca las he pasado color de hormiga, a veces se presentan situaciones que pueden echarte a perder uno de los días o a veces todo el viaje, este post no es una queja, es una serie de anécdotas que, algunas de ellas, en su momento me hicieron gruñir, pero hoy las recuerdo como parte de la aventura.

1. A pesar de lo mucho que me gusta viajar, detesto hacer maletas, pensar qué llevar es como hacer el menú de la semana para la casa. Más de una vez he olvidado algo, principalmente el neceser de aseo que es lo último que empaco; olvidar algo en casa es lo de menos, olvidar algo en el hotel es una tragedia porque no lo recuperas, esta última vez casi olvido en el hotel mi plancha del cabello! 

2. Me encantaría alguna vez poder viajar en primera clase, por el espacio y la comodidad de los asientos, sobre todo en vuelo largos, pero bueno, no da para tanto la afición y la clase turista algunas veces puede ser divertida...excepto cuando viajan bebés o niños pequeños que, entiendo, lloran porque les duele el oído o porque se aburren en un espacio cerrado; lo que no entiendo ni soporto, son los adultos mal educados y desconsiderados que patean tu asiento a cada momento. Me ha tocado de compañera una aficionada al maquillaje....aaajjjj...se maquillaba creo que en cada frontera que cruzábamos y por supuesto, cada vez que sacaba el neceser del bolso, me golpeaba con el codo.

3. La comida del avión no siempre es buena, a veces depende de la aerolínea, pero rica o no, igual no es restaurante y por lo tanto no hay mucho para escoger mas que los clásicos "pollo o pasta". Lo que no me gusta son las combinaciones, si la pasta viene con una salsa a lo alfredo (leche), no deberían poner de postre un tiramisú o un tres leches no?....o sea...

4. Nunca me han gustado los baños mixtos, por lo tanto, no me gusta ir al baño de los aviones, voy al baño del aeropuerto justo antes que empiece el embarque. Pero hay 2 situaciones en las que no me he podido librar de ese trámite: cuando me ha tocado viajar en "esos días" y cuando he volado a Europa (12 hrs). Una vez, regresando de Miami, me tocó volar en "esos días", el vuelo no podía aterrizar en Lima por la densa neblina y nos quedamos 3hrs. en Ecuador sin bajar del avión y con éste apagado, es decir, sin aire acondicionado ni extractores de aire en los baños; hubo gente que igual los utilizó, pero nop, no había forma que yo entrara en ese nido de gérmenes, de hecho trataba ni de moverme...bueno, obviamente para cuando aterrizamos en Lima, estaba con "voltearfobia", la típica, amarrarme la chompa a la cintura....horror!

5. Qué es lo peor que te puede pasar de ir a vacacionar en un hotel frente al mar y con playa privada?...que te toque una habitación interna en pisos bajos con vista al parqueo del hotel. Me pasó una vez en Puerto Rico, aaaaah pero no saben cómo fastidié a las chicas del front desk y hasta al administrador para que me cambiaran de habitación, ya las chicas de la recepción no querían ni verme, me tocó pasar la primera noche ahí, renegando, molesta y según yo, con el viaje arruinado, pero al día siguiente logré que me cambiaran de habitación y el panorama mejoró...el que no llora....

6. Qué es lo peor que puede pasar al planear tus vacaciones en el caribe con paseo al atardecer en Catamarán?....que llueva!, si, también me ha pasado, es más, llovió toda la estadía, salió sol el día que regresábamos, Es por eso que esta vez, preferí pagar la penalidad y cambiar mis pasajes en cuanto vi que habría tormenta en Río...ni hablar!

7. Cuando he viajado por trabajo, me ha tocado viajar con ropa poca relajada y al bajar del avión, antes de pasar migraciones, entrar al baño a maquillarme y ponerme los tacos. porque muchas veces me recogían colegas o proveedores; en una oportunidad, de regreso a Lima, poco antes de ir al aeropuerto tuve una reunión y por tiempo, me toco viajar con la ropa que tenía puesta, ropa formal y botas altas (era invierno en Buenos Aires). Por otro lado, lamentablemente la mentalidad de algunos agentes de aduana es: mujer sola y bien arreglada, "burrier" en potencia...literalmente me han tirado los perros, si, los perros aduaneros que te olfatean toda y te paralizan; una vez, en el aeropuerto de México, un agente, con el perro casi encima mio, me preguntó a gritos: Colombiana?...no le respondí, sólo le entregué, de lo más tranquila, mi pasaporte que aún tenía en la mano...igual me iba a registrar; sé que hay personas que la han pasado peor con este tema, hasta ahora, no he entrado al famoso cuartito donde te hacen quitar la ropa....me muiiirrooooo!

8. El vuelo de regreso sale a las 2 de la madrugada, pero el check out del hotel es a medio día, pagas un día más de hotel para tener que dejarlo a las 9/10pm?....ni hablar!...cancelo a medio día, dejo las maletas en custodia del hotel y me voy a pasear, eso si, cuando he viajado sola, procuro ir al aeropuerto cuando aún es de día, así que me ha tocado pasar horas en un aeropuerto y lo peor, haber metido el cargador del celular en la maleta en lugar de en mi equipaje de mano...PLOP!...a leer revistas, mirar tiendas y tratar de pasar las horas...no, nunca duermo en un aeropuerto aunque me muera de sueño;  una amiga por hacer eso, perdió el vuelo de conexión...recontra PLOP!

9. Cuando he viajado sola, es un hecho que la primera noche no duermo (aunque cuando viajo con mi esposo tampoco...jeje) por pura miedosa, no sólo le pongo todos los seguros a la puerta, le pongo una silla y dejo la luz del baño prendida. El sólo sentir pasos en el corredor del hotel me pone en alerta y hasta que no pasan o siento que entran a su habitación mi corazón no vuelve a latir...si señores, soy una miedosa!

10. Amoooo....adooooooro...los desayunos de hotel, soy feliz cuando amanece y no, no me gusta pedirlo a la habitación, me gusta bajar, ver y escoger yo misma entre las opciones. Ya sea viaje de trabajo o de vacaciones, nunca sé a qué hora voy a almorzar, así que me procuro un buen desayuno de reyes y si hay fruta entera (con cáscara) no dudo en llevarme una o dos en mi bolso...claro, eso cuando estoy de vacaciones, si luego del desayuno tengo reuniones...ni hablar, agüita no más!...pero también me ha pasado, generalmente el último día, quiero dormir hasta un poco más tarde y cuando bajo, pues ya no hay mucho que escoger o peor, ya ni hay desayuno...si, también me ha pasado por dormilona! 

Y así, me han pasado una serie de anécdotas, unas graciosas y otras no tanto, seguramente me pasarán algunas más, pero hasta ahora, tengo mucho para contarles a ustedes y a  mis nietos....jajajajaja

Tienes alguna anécdota que quieras compartir?

Doris