Y llegó el varoncito!




La vida no me dio un hijo varón, tampoco tuvimos la idea de seguir buscándolo, estoy contenta con mis dos hijas pero igual siempre me quedé con ese deseo. Hace 5 años decidí sacarme el clavo con una mascota; no quería perro, ni canarios, ni mucho menos hamster, yo quería un gato y lo quería blanco como uno que tuve cuando era pequeña y se llamaba Cholipín, ese nombre se lo puso mi papá porque así se llamaba una medicina que él tomaba en ese entonces y que, según mi papá, le producía el mismo efecto que jugar con el gato...se sentía bien!.

Había visto fotos de unos gatos con pelaje largo y hermoso y de esos quería, pero no sabía de razas, me puse a investigar en internet y encontré que habían 2 razas parecidas a los que yo quería, los Himalayos y los Persas. Aquí en Perú no es fácil conseguir Himalayos, pero los Persas abundan. Me contacté por internet con una señora que me dijo que su gata había tenido una camada de 3 gatitos, 2 hembras y un macho, inmediatamente le pedí me separará el macho que ya iba por el. 

Esa misma tarde fui a visitarla y Dios!, que hermosura de gatos, la mamá gata era blanca como la nieve y el papá gato, negro como la noche; me trajeron las crías y habían 2 blancos como la mamá y un blanco con plomo y adivinen qué?...el único macho era el blanco con plomo...jajajaja...dudé en llevármelo, miraba las gatitas tan blancas como lo había imaginado, pero yo misma había dicho que en casa sólo tendríamos mascota si fuera macho...ni modo...a cumplir el trato, igual estaba lindo y no fue difícil encariñarse rápidamente.

Así llegó Louis a casa, de 2 meses y ya entrenado para usar el arenero, tiene su control de vacunas que guardo junto con el de mis hijas y en casa, tiene los mismos derechos que todos, bueno, no les voy a negar que lo consiento bastante, es el único que pisa mis muebles, nadie más puede hacerlo...jajaja...

Hoy en día me relaja mucho llegar a casa y verlo, acariciarlo y sentir su ronroneo que es señal de confianza y agradecimiento, siempre está a mi lado; aún en mis momentos más difíciles ha sabido robarme una sonrisa con sus jugueteos, sus infinitas poses de contorsionista que tiene para dormir, sólo mirarlo me da tranquilidad, es como diría mi papá, mi Cholipín!; bueno, no en vano es el nombre, Louis le puse por mi afición a las carteras Louis Vuitton, que para tal caso, me causa el mismo efecto acariciar mi gato que comprar una cartera LV, soy inmensamente feliz!....jajajaja....no imagino mi casa, mi familia, sin mi Louis!





Ahora lo pueden seguir en instagram, lo encuentran como louis_the_persianperuvian_cat



Aunque ahora es un gatote de 5.5kg, siempre será mi bebé precioso!

Doris

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