24 horas juntos...tortura o placer?




Hoy en día muchas parejas trabajan juntas, ya sea porque se conocieron en el trabajo o porque emprendieron un negocio juntos, yo trabajo con mi esposo desde hace 11 años y créanme que hay que estar emocionalmente preparados para ello.

Trabajar juntos fue casualidad, ya teníamos las 2 niñas, una nana que era (y es hasta ahora) mi brazo derecho en casa y yo empezaba a sentirme como una planta, necesitaba volver a la adrenalina que se vive en una oficina; empecé a buscar trabajo por mi cuenta y en ese ínterin, la secretaria de la oficina de mi esposo, le tocaba tomar su descanso por embarazo. Yo tenía casi 4 años sin trabajar y me pareció que ese trabajo momentáneo, me serviría para actualizarme en algunas cosas, el manejo de internet por ejemplo.

La secretaria luego de su parto renunció, ok, me quedo hasta que consigan una nueva secretaria, pues eso no pasó, por el contrario, una cosa llevó a la otra y esta empresa creó otra empresa, a mi esposo lo destacan como gerente general y necesitaban a alguien que se encargara del área comercial, eso era lo mio!, así que....aquí estoy...once años después, seguimos trabajando juntos y mejor aún: SEGUIMOS CASADOS!!!....jajajaja


Muchas personas me han dicho: "yo no podría", "qué aburrido estar juntos las 24 horas", "cómo pueden?" y hasta "qué tortura!", por supuesto que también hay quienes me han dicho: "qué lindo!", "debe ser divertido". No es una tortura cuando hay complicidad, pero tampoco es un placer porque no jugamos al jefecito y la secretaria (aunque de vez en cuando no faltan las muestras de cariño...jeje), simplemente es una situación que se dio y que por supuesto nos ha traído momentos de desavenencias y otros de felicidad de haber logrado cosas juntos.

La cosa es simple, poner las reglas claras y separar el trabajo de la relación; seguro fácil no ha sido, sobretodo porque el éxito o fracaso de esa empresa, recaía íntegramente sobre ambos, asimismo, el éxito de trabajar juntos y no desgastar nuestra relación era un reto.

Poco a poco fuimos acomodándonos, haciendo nuestro propio sistema de trabajo, pero poniendo por encima de todo nuestra relación. La regla más clara?, evitamos hablar de trabajo en casa (sobretodo en la cama) y en la oficina evitamos hablar de cosas de la casa; si tuvimos algún malentendido en casa, procuramos que no interfiera en el desempeño de nuestras funciones en la oficina y viceversa. 

Tratamos que, el tener un tema en común como es el rubro de la empresa, sea una ventaja dentro de todo, que nos emociona y nos lleva a proyectos nuevos. Sin embargo tratamos también que éste, no sea el centro de nuestras vidas, disfrutamos tanto de tiempo en común, como de tiempo con nuestras hijas y muy importante, hemos respetado nuestros tiempos por separado, ya sea con amigos de distintos grupos, viajes solos y otros intereses que cada uno tiene.

Es como en todo en la vida, siempre ver o buscar el lado positivo, si el trabajo va bien, es provechoso para ambos porque nos permitirá crecer tanto económicamente como en conocimientos y por supuesto como pareja y eso sólo depende de nosotros y de cómo manejemos la situación.

Si trabajas con tu pareja, esa con la que tienes planes a futuro o un proyecto de vida juntos, deben saber que depende sólo de ustedes el que esto funcione.

Doris


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